La arquitectura más que verla en los planos hay que vivirla...os dejamos unas reflexiones sobre el viaje final de carrera de nuestro colega Soufiane Saidi y os deseamos que paséis un feliz verano y vengáis con fuerzas para el curso que empieza...ahí van:
Las Islas
Cícladas son el mejor escenario para disfrutar del mar y comprender la riqueza
histórica, monumental y paisajística de Grecia. En el horizonte se trenzan
cuestas y una arquitectura que ha sabido combinar la tradición marinera con lo
pintoresco. En este entorno destaca el azul radiante de las cúpulas de las
iglesias con el intenso azul del cielo mediterráneo. Son espectaculares las
puestas de sol en Santorini con sus enormes acantilados de lava volcánica donde
el mar y el sol crean una imagen idílica del mediterráneo. Un relajante juego
de contrastes entre el blanco de los muros, la tierra oscura y el azul de las
cúpulas y ventanas han construido en el imaginario universal una imagen de isla
ideal a la que se viaja entregado y de la que se regresa enamorado.
El
blanco es el único color que es apropiado para la arquitectura de este paisaje
ya que refleja y dispersa la intensa luz, añadiendo un resplandor hermoso. Esto
explica por qué el encalado de las calles, las casas y los patios, ha sido -y
sigue siendo hoy en día- una costumbre en estas islas, siguiendo la tradición
que combina la limpieza y la eficiencia energética, son razones básicamente
prácticas. Por una parte, los colores oscuros absorben la radiación solar y
calientan mucho las casas en verano, mientras que el color blanco de la cal
desvía los rayos solares, dando como resultado una temperatura agradable dentro
de las viviendas. Por otra parte, la cal proporciona beneficios ya que los
gérmenes no proliferan en su superficie. Además, esto mejora mucho al estado
anímico de sus habitantes puesto que las casas con mucha luz ayudan a crear un
ambiente agradable, lleno de optimismo y energía positiva.
(Fuente: Soufiane Saidi)
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